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| Situación: | El núcleo urbano se sitúa en el centro de la comarca de Los Pedroches y al noroeste de su alargado término municipal. La morfología de la villa es circular, con estructura radial, estando trazadas sus principales calles en forma de abanico, confluyentes en el centro. Tres pequeñas colinas han sido incorporadas en la trama urbana, la de San Antonio, la de San Sebastián y la de San Gregorio. El originario barrio de Pozo Viejo, situado al suroeste, se fue ampliando hacia la segunda mitad del siglo XV y comienzos del XVI con el barrio de El Cerro, hacia el sureste, con vecinos de pueblos cercanos. Durante el siglo XVII se construyó la parte oeste, con el Barrio Bajo, Barrio Alto y el Castillejo. Durante el XVIII la población aumentó considerablemente, apareciendo los barrios del Morconcillo y Peñascal, hacia el este; durante el siglo XIX se fue edificando el centro. En los últimos años el crecimiento urbano se ha orientado hacia el norte, donde la C-420 viene ejerciendo un papel decisivo, carretera que cruza la comarca y es al mismo tiempo la más importante. También ha funcionado como elemento de atracción el antiguo ferrocarril de vía estrecha, hoy desmantelado. Su estratégica posición ha contribuido a su liderazgo y capitalidad comarcal, actuando como centro neurálgico y polarizador de la economía pedrocheña. Su mayor nivel de desarrollo en el norte provincial destaca aún más si se compara con el panorama de los municipios del entorno. Es un pueblo que ha tenido su mayor población en los años veinte, con casi 18.000 habitantes, coincidiendo con el auge de la minería y de la expansión económica que vivió el país. La emigración evidentemente ha tenido consecuencias negativas pero no tantas como en otros puntos de la provincia. La estabilización demográfica tiene lugar desde finales de los sesenta, coincidiendo al mismo tiempo con la pérdida de protagonismo de la agricultura a favor del sector servicios y una floreciente industria. A ello contribuye la existencia de una clase media y burguesía industrial y mercantil emprendedora, inexistente en otros pueblos de la comarca. A partir de 1980 se observa un incremento constante en el número de habitantes a causa del crecimiento natural de la población y de una notable inmigración de forasteros. Esta recuperación encuentra asimismo explicación en el desarrollo industrial, en el que viene jugando un papel trascendental la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches, COVAP, todo un ejemplo de industrialización endógena por iniciativa espontánea y participativa. La creación del Hospital Comarcal, el Centro de Atención de Minusválidos y la progresiva instalación de organismos de la Administración, está favoreciendo el desarrollo del sector terciario, que da empleo alrededor del 14 % de la población pozoalbense. Además, Pozoblanco tiene muy próximos once municipios de menos de 3.000 habitantes, los cuales son abastecidos comercialmente y atendidos con muy diversos servicios. Su zona de influencia económica es patente y con un reflejo muy claro en el urbanismo, pues llega a darse la circunstancia de que algunos polígonos industriales exceden incluso los límites municipales, viéndose motivadas esas poblaciones cercanas a cubrir ese tipo de necesidades. http://www.galeon.com/murgi/cordoba/al_cordoba_pozoblanco.htm |
Turismo: | ---------- Alojamientos Rurales ---------- |
| Historia: | Parece ser que un grupo de pastores que huían, procedentes de la villa de Pedroche, de la peste negra que apareció varias veces a lo largo del siglo XIV fueron los primeros pobladores de lo que años más tarde sería Pozoblanco. Estos nómadas se asentaron en el paraje conocido como "Pozo Viejo", al pie de un cerro. Es también el origen del nombre actual, pues el pozo estaba constantemente cubierto por excrementos de aves de corral, tomando una coloración blanca. Durante 150 años dependió administrativa y políticamente del municipio de Pedroche, hasta que en 1478, reinando los Reyes Católicos consiguió la autonomía al obtener de la corona el título de villa. Pasó a formar parte de las denominadas Siete Villas de los Pedroches (ver Santa Eufemia). Durante el reinado de Carlos III se estableció un juzgado en Pozoblanco, en 1771, convirtiéndose así en la capital administrativa de las Siete Villas y de toda la zona norte del antiguo reino de Córdoba. El 22 de abril de 1923, Alfonso XII mediante Real Decreto, concede el título de ciudad. El origen de Pozoblanco no se conoce con seguridad. Pudo surgir a consecuencia de una epidemia acontecida en la población de Pedroche, viéndose obligados sus habitantes a instalarse en esta zona. Otra causa del posible origen se encuentra en la existencia de un abrevadero de ganado que con el tiempo tomó mayor importancia. En 1771 se convierte en cabeza del valle, concediéndosele la categoría de ciudad en 1928. En los siglos XVII y XVIII comenzó a florecer la fabricación de tejidos de lana y de algodón, desarrollándose una gran industria textil, con innumerables talleres, tintes y fábricas de paño. Las principales actividades productivas las constituyen los encinares, cereales y legumbres. Cerdos. Matadero. Minas de bismuto y plomo. Los cultivos herbáceos ocupan más de 1.000 hectáreas, siendo la alfalfa el producto estrella. Por su parte el regadío ocupa 25 hectáreas y la agricultura de secano abarca 678, principalmente de avena. Los cultivos leñosos, fundamentalmente el olivar, ascienden a 12.873 hectáreas y una cifra similar en el caso de cultivos leñosos de secano. Las principales actividades empresariales e industriales de la zona se concentran en torno al comercio, la construcción, los transportes, almacenamiento y comunicaciones, alimentación, bebidas y tabaco y, por último, la hostelería |
| Superó al israelí Dudi Sela por 6-4, 0-6 y 7-5 en una hora y 55 minutos. | |||||||||||||||||||||||||||||||||
Tuvo que ser un andaluz, Adrián Menéndez, el primer español que se coronara en Pozoblanco. El malagueño logró el triunfo más importante de su carrera después de derrotar a Dudi Sela...
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Pozoblanco es una ciudad situada al norte de la provincia de Córdoba, en la comarca de Los Pedroches. Dista 86 kilómetros de la capital y tiene una altitud de 649 metros sobre el nivel del mar. El término municipal alcanza una extensión de 330,5 kilómetros cuadrados. Sus habitantes ascienden a unos 17.000. Es cabeza de partido judicial.
Pozoblanco ocupa el centro geográfico y vital de los Pedroches. Es su capital indiscutible, debido a su situación geográfica y, desde el punto de vista económico, su dinamismo da vitalidad a toda la comarca.
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La cocina tradicional de Pozoblanco destaca sobre todo por sus carnes y sus dulces, que satisfacen los paladaresmás exigentes. Los derivados del cerdo, elaborados con el esmero de quienes conocen las excelencias de la materia prima, constituyen uno de los principales soportes de la gastronomía pozoalbense. Nada más sabroso que el jamón ibérico, o el jamón al horno, el lomo en caña, los chorizos y morcillas, el morcón, la presa de paletilla y un sinfín de variantes se pueden encontrar en cualquier casa o degustar en establecimientos hosteleros.
También se preparan en Pozoblanco platos exquisitos cuya base es la carne de ternera o de cordero,como la ternera vallesana en salsa o la pierna de cordero.
Cuando los espárragos trigueros llevan en su punto idóneo a las cocinas pozoalbenses, no hay quien iguales las tortillas y salsas que se preparan utilizándolos como ingrediente.Si los platos citados tienen mérito suficiente para presidir la mesa más exigente, el broche de oro lo ponen los dulces. Tradicionales y típicos son los pelusos y las perrunas, propios de las fiestas navideñas. Una buena perruna tiene que seguir la tradicional receta que va pasando de generación en generación sin perder autenticidad. Para conseguir una perfecta preparación de las perrunas se deben utilizar huevos frescos y manteca de cerdo; se debe añadir harina y azúcar, y una vez conseguidad una masa perfecta, se colocan los dulces en bandejas y se llevan al horno más cercano. A este manjar se le dá diversas formas; las más comunes representan corazones y estrellas, hechos con moldes de hojalata.
Igualmente, dentro de la cocina tradicional, las migas "tostás" son una apropiada representación, pues nos revelan además del modo de vida de los pastores de otros tiempos, que aprovechaban el pan duro rociado con agua y tostado en la sartén con ajos, para soportar el frío invierno, constituyendo ésta la comida básica junto con los productos del cerdo. Dulce típico de romería es el hornazo: torta sobre la que se han colocado dos huevos,adornados con figuritas y pintados de colores.
Como en otros productos se ha conseguido dar un valor añadido al aceite de esta zona, destacando éste por su carácter ecológico.
Es Pozoblanco en la actualidad uno de los lugares pioneros y con mayor número de productores de aceite ecológico en toda España. Un gran logro ha sido conseguir la denominación de origen para los productos del Cerdo Ibérico "Los Pedroches", concretamente jamones y paletas, que ha permitido posicionarlos en los mercados más exigentes.
Se celebra el domingo de Sexagésima, que suele caer casi siempre en el mes de febrero. Dos son las fiestas de la Virgen de Luna en Pozoblanco : el día de la venida de la ermita y el de su vuelta.
Según la tradición, en época de la dominación musulmana la Virgen se apareció en el hueco de una encina de la dehesa de Navarredonda a un pastorcillo, manifestándole que se le construya una ermita en el paraje. Asimismo, se fundará una cofradía de fervorosos cristianos para que vayan al santuario en romería y la trasladen en procesión hasta la villa.

Al parecer la cofradía se funda en el siglo XV, aunque no se tienen noticias de ella hasta la modernidad, y no se redactan sus estatutos hasta el siglo XIX, en que fueron aprobados en 1877 por el Obispo de Córdoba. Establecen que nadie pueda ser recibido como hermano sin haber cumplido con el precepto pascal. Los hermanos tienen el privilegio de permanecer cubiertos ante la imagen. Muy severo es su uniforme actual : riguroso traje negro y cordones rojos de seda, que caen por la espalda en lazo rematado por dos borlones. Portan espadín, escopeta y cuerno para la pólvora.
Durante los días que preceden a la romería, el tambor anunciador de lamisma recorre las calles de Pozoblanco, acompañado por la chiquillería; a la puerta de las casas donde habitan hermanos interpreta un tradicional baile. La víspera, sale para el santuario el "carro de la banda" al mando el sargento acompañado del tambor y un ordenanza, despierta a los hermanos a la voz de "Ave María Purísima". Temprano, se reúnen todos en casa del capitán, donde se les pasa lista y se nombran los servicios de los cofrades. Después marchan a casa del alférez para recoger la bandera y, formados, se dirigen a la parroquia, donde piden permiso a la autoridad eclesiástica para emprender el camino hacia el santuario.
En la ermita de la Jara tiene lugar una misa, seguida de jura de bandera de nuevos cofrades y ofrenda a la Virgen. En 1990, coincidiendo con el cincuenta aniversario de la refundación de la hermandad, el Ayuntamiento otorgó a la Virgen de Luna la medalla de oro de Pozoblanco. La cofradía celebra una comida en la casa-hospedaria, mientras que el pueblo almuerza en los alrededores del santuario.
Por la tarde, la Virgen, a hombros de los devotos, es trasladada hasta Pozoblanco. Al llegar la comitiva al Arroyo Hondo la reciben las autoridades y les entregan las llaves de la ciudad. Se entona la Salve y los niños ofrecen los típicos hornazos, al tiempo que los hermanos realizan una descarga con sus escopetas y se revolotea la bandera. Después, en la puerta del Ayuntamiento, se le entrega el bastón de alcaldesa, y se repite la descarga de pólvora. Al día siguiente, fiesta local, se saca a la Virgen en procesión, y al término de la misma el hermano que hace el convite de la fiesta invita al resto de cofrades a garbanzos tostados y vino.
Las salvas que se le hacen a la Virgen son de dos tipos: las englobadas, que se realizan cuando el alférez revolotea la bandera, y las cruzadas, que se efectúan al paso de los cofrades ante la imagen, durante la procesión y al mediar ésta. La romería de vuelta, mucho más sencilla y austera, tiene lugar cuatro meses más tarde, habitualmente en junio.
De gran popularidad en la comarca. Quizá la ceremonia más emotiva es el Prendimiento de Jesús de Nazareno por los soldados romanos que tiene lugar a las seis de la mañana del Viernes Santo ante la iglesia de Santa Catalina. En medio de gran silencio se produce el diálogo de Jesús, los romanos y Poncio Pilato, que en un balcón canta la sentencia. Tras el toque de corneta se inicia la procesión a la se une la Virgen de los Dolores, en la Plaza de Salesianos junto a San Juan y la Verónica. La talla de Jesús de Nazareno data del año 1605. También es de destacar el desfile que se realiza el Miércoles Santo, con soldados romanos a caballo, así como una cuádriga de yeguas blancas, que acompaña a Jesús Rescatado. Algo muy llamativo son los "cantos de pasión" entonados los sábados de cuaresma.
Actualmente existen en Pozoblanco un total de diez cofradías, todas ellas integran la "Agrupación de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de Pozoblanco", institución que se constituyó legalmente en 1985 con ese nombre. El papel desempeñado por ésta es clave para el desarrollo de la Semana de Pasión, pues de ella depende la coordinación de los actos y cultos cuaresmales, buscar recursos económicos e infraestructura, arbitrar, potenciar, instruir y dar a la Semana Santa de la ciudad "forma" y personalidad propia que las Hermandades y Cofradías por sí solas no pueden aportar.
TURISMO: QUE VISITAR

Consta de dos partes, la antigua Casa Consistorial de finales del siglo XIX, tras el derrumbe de la antigua casa consistorial y que fue inaugurada siendo alcalde León Herrero, conocido como el buen alcalde. Granito en la fachada que es de corte neoclásico, de dos plantas en el interior. Soporta el edificio 4 columnas de mármol con arcos de medio punto y coronado por un reloj de bronce de gran valor. El Ayuntamiento se amplió con el edificio contiguo que fue inaugurado en 1989 con el fin de albergar éste los servicios administrativos y equipamientos que le faltaban al originario edificio. Los dos edificios están unidos por un arco de granito, coronado en el centro por el escudo de la ciudad.
Después de nuevas reformas que ha sufrido el edificio, el visitante puede contemplar el mecanismo interno del reloj que data de 1889 a través de una urna de cristal situada en un espacio abuhardillado.
Como símbolos que destacan del edificio son los dos leones que están colocados en el balcón central del primitivo edificio que han sido sustituidos recientemente y los primitivos se pueden observar en el interior de la Casa Consistorial, entre las columnas de mármol. El otro elemento es el buzón de correos que hay colocado en la fachada del Ayuntamiento, realizado en mármol blanco y representa la cara de un feroz león.

En Pozoblanco sabemos que se contruyó la Ermita en el siglo XVII, situada a la salida de la localidad, dirección a la vecina Añora.
La cubierta de la Ermita es a doble vertiente o a dos aguas, no se aprecia desnivel alguno entre la nave central y las laterales. El muro es de mampostereía.
Portada Sur: tiene un alfil como resultado de enmarcar el arco que es de medio punto. Arranca de la línea de impostas, no llega al suelo y no es tangente al trasdos del arco.
Portada Oeste: arco de medio punto de sección rectangular formado por 7 dovelas, la clave está decorada al parecer por un pergamino enrollado. En la parte inferior hay dos pilastras a ambos lados de la puerta, de los que arrancan unas columnas con arcos de medio punto.

Convertida en parroquia en 1888, se construyó en el siglo XVI como una antigua ermita. El pasado siglo sufrió grandes reformas. Tiene una sola nave cubierta con bóveda de cañón y siete tramos. Conserva en su interior un retablo neobarroco de tres calles presidido por la imagen de San Sebastian.
El cuadro con la imagen del Perpetuo Socorro que encontramos en el interior del edificio, es una obra con claras influencias orientales, contrasta con la imaginería religiosa popular de la zona, mucho más realista y cercana a la religiosidad popular.

Está situada a 14 Km. de la ciudad, en la Dehesa de la Jara. Se construyó en el siglo XIX, contiene numerosos vestigios de la cultura serrana de la zona. La ermita está dividida en tres naves con crucero rematado en un cúpula.
En el exterior la entrada es porticada con columnas de granito.
Esta ermita fue construida para venerar a la patrona de la ciudad la Virgen de Luna.
El domingo de Sexagésima se celebra una gran romería que cuenta con un ceremonial que se remonta a varios siglos de antigüedad.

Iglesia mayor de Pozoblanco, levantada sobre una antigua basílica visigoda que se construyó en el siglo XVI y se amplió en el siglo XVIII. Tiene estructura de cruz latina, siendo la Iglesia de una única nave más grande del Valle de Los Pedroches. En su interior presenta el altar mayor un grandioso retablo Neobarroco y a ambos lados del crucero, igualmente, dos retablos de estilo Neogótico.
En el interior de la Iglesia se encuentra la tumba fechada en 1573 de Juan Ginés de Sepúlveda, cronista y confesor de Carlos I de España y V de Alemania y preceptor, junto con Fray Bartolomé de las Casas, de Felipe II

Erigida en 1704. Situada en el centro de la ciudad. Destaca su bella fachada manierista labrada en piedra de granito.

En el mes de Septiembre se celebran las Fiestas en Pozoblanco con un gran repertorio de atracciones, actividades y conciertos que se enmarcan en el monumental y moderno recinto ferial. También en dicho recinto se celebran las fiestas en honor de San Gregorio y la Feria Agroganadera donde se concentran los profesionales del sector con numerosos stands de los productos de la tierra.

El popular barítono Marcos Redondo nació en Pozoblanco en 1893, donde existe una avenida con su nombre, un busto y un museo situado en la calle Pio Baroja, donde la Peña "Marcos Redondo" y el Ayuntamiento conservan todo tipo de objetos donados por sus herederos del famoso barítono.

La plaza de toros de Pozoblanco ha pasado a la historia del toreo por haber sido escenario de la mortal cogida del matador Francisco Rivera "Paquirri". Su construcción data del año 1912 si bien durante el año 2001 ha sufrido una remodelación muy importante reinaugurándose durante la Feria y Fiestas de Pozoblanco de ese mismo año.

Se encuentra situada al final del bulevar de la avenida de Villanueva de Córdoba, a sus pies se encuentra un parque de jardines, bancos y fuentes de agua.
Aquí las tardes se vuelven muy agradables y son muchas las personas que salen a pasear por su bulevar.

Fue la primera ermita de Pozoblanco. Data del siglo XIV, su interior de una sola nave se compone de cinco arcos de granito ligeramente apuntados sobre pilares de la misma piedra.
Antiguamente presentaba su fachada principal a poniente, que aún se conserva; en estos días después de ser reformada lo hace a saliente.

Si el visitante es un aficionado a las cámaras de video y fotográficas no deberá olvidarlas cuando visite la ermita de San Antonio donde los atardeceres han invitado desde siempre a realizar envidiables fotografías. De paso podremos descansar en sus bancos de piedra y debajo de sus arcos.

Se comenzó a construir en 1748. El famoso escultor Aurelio Teno utiliza el convento como lugar de trabajo y residencia para la creación de sus obras.
El Ayuntamiento tiene previsto también utilizarlo como escuela taller.
Un lugar bellísimo para visitar y donde, además encontrará, en el museo que allí existe, impresionantes obras de arte.

Es el nucleo matriz de la población y en él se encuentra representando el escudo de la localidad, con el pozo, símbolo de profundidad, el gallo, altanería, temple, lealtad y gallardía, sobre el brocal blanco, sinceridad y pureza de sentimientos.
Aquí se encuentra la popularmente conocida Casa de la Viga, la más antigua de Pozoblanco y que actualmente alberga un museo de artes y costumbres populares.
El poblamiento que parece tener esta zona en época prehistórica no se continúa de forma intensa, por lo que conocemos, en los períodos ibérico y romano. Se han conservado pocos restos arqueológicos pertenecientes a la época ibérica, destacando algunas monedas y restos cerámicos. Son interesantes los materiales conservados en el tesoro de Los Almadenes de Pozoblanco. Este yacimiento, como otros que citaremos a continuación, nos muestra una de las principales actividades que, ya desde época ibérica, se debieron desarrollar en la región: la explotación minera, que encontraría uno de sus canales de salida en el río Guadiato, el mismo que en épocas anteriores pudo favorecer la relación cultural entre la costa malagueña y la zona de Badajoz.
El hecho de que Los Pedroches no aparezcan reflejados en buena parte las fuentes antiguas escritas puede deberse a su ubicación, que parece alejarse de las principales rutas romanas, que los bordean sin penetrar en ellos: La zona escapa a la descripción pliniana, que hace hincapié en la Beturia, al oeste de Los Pedroches, pero sólo cita marginalmente a Baedro, ciudad que se ubica en esta región. En lo que a las vías de comunicación se refiere, tenemos principalmente la ruta Corduba-Emerita, que se pasaba por Mellaria (Fuente Obejuna), o sea, al oeste de este sector. Sin embargo, una vía secundaria recorre el territorio, separándose de la vía Corduba-Emerita a la altura del castillo de Vioque y marchando hasta el Puerto del Calatraveño; desde allí se divide en dos ramales que estructuran las comunicaciones de Los Pedroches: el primero enlaza Corduba con Sisapo, pasando por Baedro; el segundo gira hacia el este en dirección a Pozoblanco, Pedroche y Torrecampo, torciendo luego hacia el oeste para, trás pasar por El Guijo, unirse al primer ramal en el término de Santa Eufemia.
Las fuentes antiguas nos citan también dos ciudades en Los Pedroches, Baedro y Solia; ninguna de las dos ha sido identificadas con exactitud, pero se sabe que Solia se hallaba en la región oriental y Baedro en la occidental. El problema que presenta Pozoblanco es que se halla en una posición central dentro del territorio de Los Pedroches, por lo que es difícil adjudicarlo a una u otra ciudad, por otra parte, el deseo de buscar un límite natural visible entre Solia y Baedro nos hace pensar que éste pudo ser el río Guadamatilla, que deja a Pozoblanco en el sector oriental, perteneciendo, por tanto, a la ciudad de Solia.
Los datos que tenemos sobre le término de Pozoblanco en época iberoromana se relacionan directamente con la explotación minera, actividad muy desarrollada en toda Sierra Morena. La zona de la ermita de la Virgen de Luna, la estación de La Jara, La Romana, Casa de la Solana, La Colambre y sobre todo, Almadén de Pozoblanco, son importantes yacimientos mineros en los que se ha encontrado material relacionado con el trabajo del metal, cobre en su mayor parte. Destaca entre los hallazgos el ya nombrado tesoro de Los Almadenes, con fíbulas, torques, vajillas, placas, monedas, anillos y discos, principalmente en plata. Al tesoro pertenecen también más de cien denarios romanos de época republicana, que denotan la existencia de una rica aristocrácia indígena o ciudadadanos romanos relacionados con la explotación de minas. Algunas inscripciones halladas en la zona nos citan a personajes como Caius Calpurnius Fronto, Lucius Fulvius Badius o Rufina Domitia, cuyos nombres parecen indicar que gozaban de la ciudadanía romana. La agricultura no sería muy rentable, pero sí la ganadería, propia de un terreno de pastos y árboles como sería el de la zona de Córdoba, cuya madera se consumiría en grandes cantidades en las explotaciones mineras.
En 1641, las Siete Villas de los Pedroches se ven obligadas a comprar sus tierras a la Corona, aunque hasta el mes de noviembre de 1724, no se llevó a cabo el deslinde de sus términos. Poco después , en 1747, va a desaparecer la jurisdicción de los Marqueses de El Carpìo sobre las villas de los Pedroches, y entre éstas la de Pozoblanco. En el siglo XVIII Pozoblanco había alcanzado ya cierta supremacía sobre el resto de las villas de la Comarca y así, en 1771, se convierte en capital de Los Pedroches y Carlos II le concederá la instalación en la villa del juzgado y el corregimiento, hasta entonces en la vecina villa de Torremilano.
En 1836, tendrá lugar la ruptura de la comunidad de las Siete Villas en el disfrute de la dehesa, procediéndose al reparto del territorio entre éstas.
El siglo XIX sigue conociendo un importante auge de la villa, que junto a la tradicional agricultura y ganadería posee una potente industria de fabricación de paños y bayetas.
De la mano de Alfonso XIII, obtendrá Pozoblanco el título de ciudad y en 1971 se constituye en cabeza de zona.
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De fecha variable, se celebra con animación y brillantez. Hace unos años el Ayuntamiento organizaba un concurso de comparsas y chirigotas, sustituido a partir de 1991 por una muestra no competitiva. El Domingo de Piñata se celebra un pasacalles.


Se celebra el viernes o el lunes más próximo al dia 9 de mayo (festividad del Patrón).

Organizado por la cofradía de San Gregorio Nacianceno, estas fiestas constituyen la llamada "Feria chica" de Pozoblanco, y tienen por escenario la glorieta de la ermina y el recinto ferial. El programa incluye actividades deportivas, tradicional quema del corcho a la puerta de la ermita y procesión de San Gregorio por las calles de su barrio, engalanadas con flores.


Se celebra el día 15 de mayo.
En la víspera, a toque de campana y redoble de tambor, la cofradía se congrega en la Iglesia de Santa Catalina, donde se reza en memoria de los hermanos fallecidos. Por la noche se queman las muñecas en la calle y se inicia una verbena. Dichas muñecas se confeccionan de forma artesanal por la mujeres del pueblo en honor de San Isidro Labrador. Es una fiesta típica y tradicional de Pozoblanco, quizá única en la comarca.

El Ayuntamiento de Pozoblanco convoca a través de su Concejalía de Cultura, la Muestra Tradicional de Muñecas de San Isidro para el año 2008, de acuerdo con las siguientes:
